Texto publicado originalmente en septiembre del 2103, en el anterior blog.
Hecho, está hecho. He sido capaz de vencer al desafío Cíes el triatlón de media distancia, incluso bajar de 5 horas. Satisfecho por el logro que no es fácil, y por haber disfrutado.
Ahora toca hacer crónica pura y dura de cómo transcurrió la carrera, ahora sí. De cómo fue el acercamiento o lo que es después, ya haré resúmenes en posteriores crónicas.
Para mi la prueba arranca el sábado, cuando voy con mi amigo David a recoger el dorsal, con la intención de asistir al Briefing de la prueba. Cuando llegamos a los aparcamientos de la playa del Vao, el ambiente es sencillamente espectacular. Ambiente de cita grande, según nos acercamos vemos el parking donde estaba instalada la zona de transición, perfectamente alfombrado y preparado para albergar 500 bicis. Carpas de patrocinadores y una larga cola para recoger el dorsal a la que accedimos rápidamente para que no se nos alargase mucho más la espera. Saludos de rigor entre compañeros y conocidos y como la cosa se alargaba un poco y nos facilitaban un libro con todo muy bien detallado, decidimos irnos sin acabar el briefing, ya que las bicis habíamos decidido dejarlas el mismo día de la carrera.
Solo quedaba pasar la noche y empezar al lío. Cena de pasta como es debido, últimos detalles para no llevarse sorpresas con el material y pronto para cama. Pronto? Ni pronto ni tarde, aunque me acostaría a las 11 no dejaba de darle vueltas y vueltas, creo que debí dormir 2 horas en toda la noche siendo muy optimistas.
5 de la mañana, me levanto cuando suena el despertador aunque llevaba un buen rato haciendo cuentas de ovejas y animales diversos para entretener la mente. Desayuno más o menos lo mismo que a diario, café; tostadas; yogurt con miel; zumo. Me gusta desayunar con tranquilidad aunque deba levantarme media hora antes habitualmente, así que intento seguir el rito diario. Como tenía todo preparado, solo había que vestirse, poner las mochilas en el coche y a buscar a David quién ya me estaba esperando en su casa a las 6 como habíamos quedado.
Llegamos a la playa del Vao, muy temprano sobre las 6:30 y tras darnos una vuelta haciendo tiempo para la apertura de los boxes preparamos las bicis y el material para hacer el checking y dejarlo en la zona de transiciones. La bici bien colocada con las zapatillas puestas, las zapatillas de correr con los calcetines preparados para poner rápidamente, gorra; portadorsal; gafas, casco… todo en orden.
Pasa el tiempo y se acerca la hora de salida. Me da tiempo ha realizar un calentamiento de carrera antes de irnos a poner el neopreno. Nos dirigimos al guardarropa para dejar la mochila y ponernos el neopreno. Aquí perdería de vista a David hasta el final de la bici, algo culpa mía pero ya había avisado que necesito pasar mis nervios a mi ritmo. Me dirijo al agua y compruebo que tiene una temperatura perfecta, intento hacer algo de calentamiento antes de que se realice la salida, que se retrasaría unos 10 minutos del horario previsto para las 8.
Agua
Tras el bocinazo, nos lanzamos los casi 500 Trileros (expresión acuñada por nuestro compañero Victor en atletismo Porriño) a realizar el recorrido por la ría de Vigo de 1,900 metros. No me pareció una salida excesivamente violenta, aunque si que patadas y brazos es inevitable recibir o dar por la sencilla razón de coincidir un número tan grande de gente. Si que me pareció un poco caótico para la orientación el tema boyas. Con un largo de 900 mts de ida y otro de vuelta se hacía muy difícil hacer una buena orientación ya que tampoco había unas referencias muy cercanas en el horizonte para dejarse guiar. Para hacer de guía habían provisto al recorrido de tres boyas rojas pequeñas en el medio de cada largo, aquí surgiría uno de los primeros detalles ya que alguna gente de las barcas iban también de rojo y sobre todo al regreso hacía que los confundieses con las boyas. Mi natación creo que aún no siendo buena, esta fue pésima. Siempre con un ritmo plano, con la sensación de no poder forzar. A la salida del agua se confirmaba la mala natación: 41:25
Bici
Tras una buena transición, 1:35 (clavaría las dos iguales) empieza mi sector favorito. Monto fácil en la bici (cual ciclocrossman) calzando las zapatillas a la primera y venga a pasar gente, venga a pasar gente. El recorrido es relativamente fácil, con una ligera ascensión al principio que se hace muy cómoda ya que sopla el viento tímidamente a favor. Un punto de retorno y vuelta por el mismo sitio aunque se hacía un poco más dura por mas terreno ascendente y un poco de viento en contra. Drafting? Inevitable con carretera acotada a la mitad y con tanta gente. En cierto modo me dá igual que la gente vaya chupando rueda o no. Bajo mi punto de vista, salvo los que se juegan la victoria o puestos relativamente de honor, creo que se trata de una cuestión personal. Aunque de igual si que es un poco frustrante ver como ves en el retorno, gupos que podrías alcanzar y que no lo logras porque son más de 30 y no es que no haya drafting, es que es un pelotón. Aquí una puyita para los comisarios, a mi me llamaron la atención en una ocasión que fui adelantado y aún no me había dado tiempo a colocarme en otro lugar. A partir de la 3ª vuelta marcharíamos unos 4 o 5 alternando adelante atrás, pero siendo conscientes (por lo menos yo) de no hacer drafting, y a algunos nos llamaron la atención: Entiendo que para los comisarios es más fácil advertir a 5 o 6 que advertir o cargarse un pelotón de 30 unidades, daría mala imagen para un triatlón popular. Al margen de eso, disfruté mucho en el sector bici, tiempo neto: 2:23:20 a una media de 36,7 Km/h.
Carrera
Después de clavar el tiempo de la T1, salgo a lo que en parte sería mi pequeña decepción, la carrera a pié. Tenía esperanzas en hacerla más o menos bien aunque reconozco que llegué sin muchos kilómetros en los últimos meses dedicados a la carrera a pie. La primera vuelta sentía como dos martillos en mis cuádriceps martillando a la par que daba un paso, empieza la carrera psicológica. Paciencia y paciencia, ver lo que has hecho y que nada te podrá parar…Quiero apretar pero las piernas dicen que no, que donde voy con la que me está cayendo, jeej. Me pasa mi compañero Kike Morán como un rayo en su 2ª vuelta (acabaría 9º en la general) dándome ánimos y consejo, que tío más grande! Veo a David, en un momento pienso que puedo alcanzarlo pero debo estabilizar mis cuádriceps. Segunda vuelta y empiezo a olvidarme de los cuádriceps (aunque parece que duele todo)y a marcar un ritmo que me permita llegar al final, mientras en la mitad de esta me pasa mi compañero Pablo Regueira (auténtica revelación del club mejorando mucho en bici y carrera, bravo!) No puedo seguirlo si quiero sobrevivir al final. Pasada la mitad de la tercera vuelta alcanzo a David, que se había parado a estirar, ya que iba tocado y en breve empezaría el calvario de la cuarta vuelta. Pasado el primer avituallamiento que estaba de salida, primer toque del Aquiles derecho, aunque pasaría ya se encargaría de recordarme donde está cada minuto, sigo puedo seguir. Al pasar el segundo avituallamiento, se une el Aquiles izquierdo a la fiesta WTF!! Joder! Ahora no! Solo me quedaban dos kilómetros, si paro igual no puedo seguir. Empiezo a mover los dedos de los piés arriba / abajo y compruebo que si los mantengo para arriba se relaja el Aquiles y me permite correr con más o menos dignidad, hasta llegar a la rotonda final, donde esperaba mi familia y ya solo quedaba encarar los últimos 200 mts a meta. La disfruto, saludo cual ganadora la afición (un punto de friki no nos vamos a engañar), alzo los brazos… ¡He ganado mi reto! ¡Lo he ganado!
Esto es lo que da de sí 4:42:15